Hace pocos días estuve con mi familia en el Festival de la Luz, que organiza para las navidades la Municipalidad de San José. He ido por lo menos a ocho o diez de estos festivales y aunque no soy asiduo a convergencias tan grandes, siempre he pensado que es una buena forma de celebrar con familia y amigos un día totalmente apartado de la rutina y darse la oprtunidad de ser urbano, social y navideño. Vale la pena ver a mi nieta disfrutar muchas de las cosas buenas que tiene el evento, conocer gente nueva e interactuar con la familia de una manera jovial, hasta caminar para ir al baño es toda una aventura.
Sin embargo, como alguien que ha ido tantas veces tengo el criterio para opinar sobre el deterioro que ha sufrido este evento, creo que si la organización no trabaja arduamente en los sintomas, podríamos estar ante un mal que no va a tener remedio. Reconozco que prefiero por mucho el Festival de la Luz, por que es un evento para la familia y los niños, en vez del Tope o el Carnaval, donde abundan los borrachos y presumidos, pero al paso que va muy pronto se va a convertir en algo similar, tomado totalmente por las marcas comerciales y sin ningún propósito social o cultural que deje en los asistentes experiencias y emociones constructivas y no efectistas y supreficiales como está sucediendo.
Vamos a abordar el tema en orden, primero hablemos de la organización de la fuerza pública, en los años iniciales del evento se podía sentir como un policía estaba a cargo de observar y ordenar todo lo relacionado a un tramo del espacio, atendiendo dudas llamando la atención de las personas y sobre todo, listo para pedir ayuda en caso de un disturbio o algo inusual, en los años recientes veo que aunque aparecen dos o tres veces no se les ve la actitud para llevar a cabo estas funciones tan importantes, es más lo vi mas preocupado por coquetear que cualquier otra cosa. Tuvimos buena parte del festival que soportar dos mujeres gritando y diciendo malas palabras a los marchantes sin que ningún oficial se enterara siquiera, eso prueba lo que digo.
Ahora el turno de la organización del evento, lo más desagradable fue ver el aumento de tarimas privadas que cobran dinero a cambio de espacio, al menos en el Paseo Colón van dejando ya muy pocos lugares para que la gente se pueda sentar sin pagar, encima con muchas restricciones, me parece muy bien que eviten el abuso de algunos que "aparcelan" hasta 30 metros cuadrados, pero los abusos de la organización quién los controla ? Recuerdo aún el primer pasacalles, que no fue parte del evento desde el principio, pero fue todo un despliegue de zanqueros, mimos, patinadores, acróbatas, disfraces, todo un momento visual y cultural, este último es un despliegue de publicidad, de chucherías que en su mayoría cuando termina el festival quedan botadas haciendo interminable el camino de la basura, no es más que una oportunidad de seguir sumiendo a nuestra gente en un modelo de compradores frenéticos, hay que ver como reaccionamos ante estas cosas, que mal. Aunque el festival comienza con un espectacular juego de pólvora, puntualmente a las 6:00 pm, en la Torre Mercedes tuvimos que esperar 0:50 minutos para que se asomara el primer grupo de marchantes, y luego enormes vacíos entre los distintos grupos, que sensación más impotente genera el no poder ver un festival en marcha constante.
Finalmente voy a señalar algo que me parece medular, se refiere al diseño de las carrozas, si bien desde el principio ha habido muy buenos diseños y cada vez hay personas más preparadas para este tema, este año en particular pongo una nota baja, la mayoría fue muy conservadores debido a la ausencia innovación, se ha mantenido ya mucho tiempo una misma línea, resalto el hecho de que usen esculturas de poliestireno inflado, es un recurso muy bueno y logran cosas excelentes, pero en el tema de la luz, que debería ser lo más importante, veo muy poca evolución, no hay sorpresas para el público.
Si bien es muy posible que los organizadores conozcan la mayoría de estas quejas, no creo que deban dejar pasar más tiempo para que la mejora constante se apodere de nuestro querido Festival de la Luz, hay muchas cosas buenas aún, me encantó que repartieran volantes sobre una campaña de educación contra las ventas ambulantes, sin embargo es mucho más lo que se puede mejorar.
Pongo una serie de recomendaciones que tal vez puedan mejorar la experiencia de las personas que asistimos a este significativo evento de fin de año:
Retomar que los oficiales de seguridad tengan la convicción de ser parte de la gente por un día, que comprendan la importancia por velar celosamente por el comportamiento de las personas en su área de vigilancia, sobre todo, que se logre un sentimiento de mutua confianza entre el vigilante y los asistentes.
El otro aspecto importante a mejorar, tiene que ver con el desarrollo del evento, se requieren menos tarimas o bajar los precios para que todos puedan accesarlas, recuperar el carácter cultural y visual del pasacalles, regular la distribución de objetos desechables y que los porristas participen en esta parte del evento no en el principal, ellos son acróbatas, una vez iniciado el evento mayor que se logre una distancia y marcha constante entre los grupos, el desfile lo deberían integrar exclusivamente Bandas de Música, las hay muy buenas, el Mariscal junto a un grupo invitado, como una caballería o una colección especial y las Carrozas, todo los demás debe moverse al pasacalles o del todo fuera, menos es más.
Finalmente que las carrozas tengan más inversión, contratar menos modelos bailando y contorneándose, aportar innovación, he visto a la Municipalidad de San José sometiendo a concurso la participación de Artistas y Artesanos en el FIA y muy estrictamente, por qué en el Festival no lo hacen ? además mejores temas, el de la Municipalidad de este año estaba fuera de todo contexto, parecía un intento del Olimpo más que cualquier otra cosa.
Bueno, todos debemos hacer un mejor festival, primeramente los organizadores y sin duda nosotros los asistentes también, pero que cada uno haga su tarea...
Sin embargo, como alguien que ha ido tantas veces tengo el criterio para opinar sobre el deterioro que ha sufrido este evento, creo que si la organización no trabaja arduamente en los sintomas, podríamos estar ante un mal que no va a tener remedio. Reconozco que prefiero por mucho el Festival de la Luz, por que es un evento para la familia y los niños, en vez del Tope o el Carnaval, donde abundan los borrachos y presumidos, pero al paso que va muy pronto se va a convertir en algo similar, tomado totalmente por las marcas comerciales y sin ningún propósito social o cultural que deje en los asistentes experiencias y emociones constructivas y no efectistas y supreficiales como está sucediendo.
Vamos a abordar el tema en orden, primero hablemos de la organización de la fuerza pública, en los años iniciales del evento se podía sentir como un policía estaba a cargo de observar y ordenar todo lo relacionado a un tramo del espacio, atendiendo dudas llamando la atención de las personas y sobre todo, listo para pedir ayuda en caso de un disturbio o algo inusual, en los años recientes veo que aunque aparecen dos o tres veces no se les ve la actitud para llevar a cabo estas funciones tan importantes, es más lo vi mas preocupado por coquetear que cualquier otra cosa. Tuvimos buena parte del festival que soportar dos mujeres gritando y diciendo malas palabras a los marchantes sin que ningún oficial se enterara siquiera, eso prueba lo que digo.
Ahora el turno de la organización del evento, lo más desagradable fue ver el aumento de tarimas privadas que cobran dinero a cambio de espacio, al menos en el Paseo Colón van dejando ya muy pocos lugares para que la gente se pueda sentar sin pagar, encima con muchas restricciones, me parece muy bien que eviten el abuso de algunos que "aparcelan" hasta 30 metros cuadrados, pero los abusos de la organización quién los controla ? Recuerdo aún el primer pasacalles, que no fue parte del evento desde el principio, pero fue todo un despliegue de zanqueros, mimos, patinadores, acróbatas, disfraces, todo un momento visual y cultural, este último es un despliegue de publicidad, de chucherías que en su mayoría cuando termina el festival quedan botadas haciendo interminable el camino de la basura, no es más que una oportunidad de seguir sumiendo a nuestra gente en un modelo de compradores frenéticos, hay que ver como reaccionamos ante estas cosas, que mal. Aunque el festival comienza con un espectacular juego de pólvora, puntualmente a las 6:00 pm, en la Torre Mercedes tuvimos que esperar 0:50 minutos para que se asomara el primer grupo de marchantes, y luego enormes vacíos entre los distintos grupos, que sensación más impotente genera el no poder ver un festival en marcha constante.
Finalmente voy a señalar algo que me parece medular, se refiere al diseño de las carrozas, si bien desde el principio ha habido muy buenos diseños y cada vez hay personas más preparadas para este tema, este año en particular pongo una nota baja, la mayoría fue muy conservadores debido a la ausencia innovación, se ha mantenido ya mucho tiempo una misma línea, resalto el hecho de que usen esculturas de poliestireno inflado, es un recurso muy bueno y logran cosas excelentes, pero en el tema de la luz, que debería ser lo más importante, veo muy poca evolución, no hay sorpresas para el público.
Si bien es muy posible que los organizadores conozcan la mayoría de estas quejas, no creo que deban dejar pasar más tiempo para que la mejora constante se apodere de nuestro querido Festival de la Luz, hay muchas cosas buenas aún, me encantó que repartieran volantes sobre una campaña de educación contra las ventas ambulantes, sin embargo es mucho más lo que se puede mejorar.
Pongo una serie de recomendaciones que tal vez puedan mejorar la experiencia de las personas que asistimos a este significativo evento de fin de año:
Retomar que los oficiales de seguridad tengan la convicción de ser parte de la gente por un día, que comprendan la importancia por velar celosamente por el comportamiento de las personas en su área de vigilancia, sobre todo, que se logre un sentimiento de mutua confianza entre el vigilante y los asistentes.
El otro aspecto importante a mejorar, tiene que ver con el desarrollo del evento, se requieren menos tarimas o bajar los precios para que todos puedan accesarlas, recuperar el carácter cultural y visual del pasacalles, regular la distribución de objetos desechables y que los porristas participen en esta parte del evento no en el principal, ellos son acróbatas, una vez iniciado el evento mayor que se logre una distancia y marcha constante entre los grupos, el desfile lo deberían integrar exclusivamente Bandas de Música, las hay muy buenas, el Mariscal junto a un grupo invitado, como una caballería o una colección especial y las Carrozas, todo los demás debe moverse al pasacalles o del todo fuera, menos es más.
Finalmente que las carrozas tengan más inversión, contratar menos modelos bailando y contorneándose, aportar innovación, he visto a la Municipalidad de San José sometiendo a concurso la participación de Artistas y Artesanos en el FIA y muy estrictamente, por qué en el Festival no lo hacen ? además mejores temas, el de la Municipalidad de este año estaba fuera de todo contexto, parecía un intento del Olimpo más que cualquier otra cosa.
Bueno, todos debemos hacer un mejor festival, primeramente los organizadores y sin duda nosotros los asistentes también, pero que cada uno haga su tarea...
